
Para todos resulta evidente que una de las actividades económicas que involucran mayores riesgos para la salud de los trabajadores, es precisamente la industria de la construcción, sin embargo, siempre es prudente refrescar nuestra memoria con algunas de las circunstancias que forman parte del entorno de una obra:
- Tránsito a través de andamios a grandes alturas
- Excavaciones profundas con riesgo de derrumbe
- Maniobras con maquinaria pesada
- Uso de herramientas especializadas de gran potencia
- Presencia de substancias nocivas suspendidas en el aire
- Proximidad de químicos peligrosos
- Exposición al ruido y/o vibraciones
- Lesiones potenciales por el levantamiento de cargas pesadas
Y para contrarrestar cada una de las circunstancias anteriores existe una serie de medidas de seguridad en obra, como el equipo que porta nuestro personal (gafas, cascos, fajas, botas, guantes, mascarillas, protección auditiva, chalecos, arneses, cuerdas de vida, etc.), así como las reglas y procedimientos que se acatan en las diferentes áreas de la obra. La disposición de las herramientas, maquinaria y los espacios reservados para maniobras están perfectamente acotados y son respetados en todo momento. Fallar en alguno de estos aspectos se convierte en una franca invitación para el desastre.
Los seres humanos tendemos a correr algunos riesgos innecesarios como una demostración de nuestra habilidad y pericia en ciertas actividades, y es por eso que la supervisión se vuelve tan importante. Las medidas de seguridad en obra deben ser algo habitual y cotidiano, y para ello es necesario reforzarlas con recordatorios verbales constantes y a través de una señalización adecuada. La falta de cumplimiento debe manejarse con rigor, aun cuando no se haya provocado un incidente, ya que lo que está en juego es la integridad física de las personas.
El valor, la fortaleza, la pericia y la tenacidad son atributos característicos de quienes trabajan en la industria de la construcción. Paradójicamente son esos mismos atributos los que generan una sensación de confianza que los lleva a dejar de lado las reglas o a abreviar los procedimientos. El exceso de confianza es entonces, el origen de un porcentaje importante de los incidentes desafortunados.
La creación de un ambiente seguro en una obra es responsabilidad de todos y de cada uno. La disciplina férrea en el cumplimiento de las medidas de seguridad en obra, no sólo habla del cuidado que tenemos por nosotros mismos, sino también del valor que conferimos a la integridad de nuestros compañeros de trabajo y el bienestar de sus familias.